Es curioso que con la riqueza de vocabulario que
tenemos, cuando somos pequeños y nos preguntan que queremos ser de mayores,
únicamente se nos ocurran palabras relacionadas con los oficios; de hecho, no
es de extrañar, porque quien hace esa pregunta, espera ese tipo de respuesta.
Cuando somos algo mayores y nos preguntan, ¿quiénes somos?, nuestra respuesta sigue
en la misma línea de cuando éramos pequeños, y nos cuesta encontrar palabras que
nos definan más allá de nuestro trabajo, aquello a lo que nos dedicamos para ganar dinero, así pues, a pesar de que
la repuesta no responde realmente a lo que nos están preguntando, obviamos la
discordancia, y en nuestra mente de alguna manera vamos asociando persona y
trabajo como la misma cosa.
Hay otra pregunta, relacionada con nuestra forma de
pensar y de vivir, que me llama mucho la
atención ¿Cómo te ganas la vida? Es decir, que una vez tenemos nuestra vida, ¿nos
la tenemos que ganar?. ¿Desde que
nacemos tenemos una deuda pendiente para ganarnos el premio que ya hemos
obtenido al nacer? Resulta bastante
lógico que nos defina el trabajo, porque sin él no tendríamos el dinero para pagar
la deuda de la vida, que intuyo que debe saldarse con la muerte. La pregunta lleva implícita una deuda,
difícil de saldar. A mí sólo se me ocurre una manera.
En algún momento de los estudios que
realicé para poder trabajar y ganarme esta vida, me encontré con la Pirámide
del Sr. Maslow.
Intento relacionar la pirámide con mi reflexión
anterior y con la situación actual, y se me ocurre pensar, que poco a poco, las
asociaciones que hacíamos de pequeños, más el fantástico mundo del consumismo nos
han llevado a creer que cualquier necesidad de esta pirámide tiene un valor
económico y por lo tanto necesitamos trabajar para conseguirlas, y como cada
vez son más, cada vez tenemos que trabajar más y más.
Comparando el precio del metro cuadrado de
vivienda en mi ciudad en 1995 i 2012, i
el sueldo medio de esos mismos años, se deduce fácilmente que ahora necesitamos
trabajar mucho más para poder pagarnos el mismo piso. Porque el precio de la
vivienda no ha subido proporcionalmente a nuestros salarios.
|
1995
|
2012
|
SUELDO MEDIO
|
901 €
|
1.416€
|
PRECIO M2
VIVIENDA
|
683 €/m2
|
1.806€/m2
|
Según como lo mires se podría llegar a pensar que somos
más ricos, porque nuestro piso ahora vale más.
Pero como lo que tenemos en cualquier momento puede pasar a valer mucho
menos, esa riqueza resulta muy volátil y poco consistente. La oferta y la
demanda de todos marcan el valor de lo que tenemos.
Todo va estupendamente cuando a pesar de la acumulación
de necesidades, ganas el suficiente dinero para pagarlas. Pero cuando
nuestra capacidad económica disminuye, se pone de manifiesto lo que
realmente necesitamos para vivir, y hace que la macro estructura que hemos
creado entre todos para cubrir las demás necesidades y ganar dinero con ellas
se desvanezca.
Porque en este diabólico sistema basado en el dinero
como moneda de cambio de todo, resulta que para cubrir nuestras necesidades necesitamos
que el otro siga teniendo necesidades por cubrir. Si nuestras necesidades no dejan
de aumentar necesitamos que el otro siga necesitando más y más y más. ¿No os
recuerda a una especie de secta?
Como decía José Luis Sampedro “El tiempo no es oro, el
tiempo es vida”
Tal vez esta crisis nos lleve a reinventarnos, a
invertir algo de tiempo en cubrir lo que realmente necesitamos, y el resto, por
ejemplo, por muy descabellado que parezca, podríamos utilizarlo para vivir. La
pregunta de ¿Cómo te ganas la vida? no tendría cabida, porque no tendríamos que
hipotecar nuestra vida para vivirla, y dejaríamos de cargar con esa lápida que
nos ponen en la espalda cuando nacemos, con el epitafio: “hay que trabajar para ganarse la vida.” Hombre…
entiendo que tenga que hacer algo para poder comer, pero toda la vida
trabajando para pagármela me parece un precio demasiado alto. De hecho cualquier precio me parece demasiado
alto, porque creyéndome la frase del Sr. Sampedro, y el tiempo, no es oro, el
tiempo es vida, deduzco que la vida no tiene precio. Y prefiero creer en una
vida así, porque si la vida tuviera precio ¿No estaríamos hablando de
esclavitud?
I Barea